Niños y niñas en Bangladesh
En Images For Inclusion valoramos la vida y el futuro de todos los niños y niñas y creemos que hay que empoderarlos abriéndoles una ventana al mundo y dándoles voz. El maltrato infantil debe abordarse con urgencia.
La cantidad de trabajo infantil en Bangladesh es realmente escandalosa. Hay niños y niñas sin hogar por todas partes. Caminan mendigando dinero, lo que les expone a sufrir agresiones o abusos sexuales. Mientras algunos niños y niñas pueden disfrutar de un partido en un campo de críquet, otros están recogiendo basura para poder comprar algo de comida para sobrevivir. Los niños no gozan de igualdad de oportunidades en la sociedad de Bangladesh, que persiste por las tradiciones culturales imperantes.
La aplicación de las leyes sobre trabajo infantil ha fracasado: hay una enorme cantidad de niños y niñas maltratados por empleadores que les obligan a realizar trabajos pesados, como picar ladrillos, trabajar en la construcción y recoger basura. Se les paga poco o nada, comen alimentos contaminados y están expuestos a entornos de trabajo peligrosos como la producción de bidi/cigarrillos y productos de aluminio. Sus rostros muestran los signos de su enfermedad debido a la toxicidad que consumen y a la que están expuestos. Estar obligados a trabajar muchas horas interfiere con su derecho inalienable a la educación, por lo que la mayoría se ven obligados a abandonarla. El trabajo infantil expone a los niños y niñas a abusos físicos, psicológicos y sexuales. Por ello, el trabajo infantil debe ser una de las principales preocupaciones nacionales e internacionales.
Una cantidad significativa de niños y niñas en Bangladesh son víctimas de la pobreza y el abandono. Además, son discriminados sistemáticamente por su raza, religión y sexo. Niños y niñas son objeto de abusos sexuales.
Las diferentes formas de abuso que sufren niñas en función de su género son tremendas. Esta estructura de poder refuerza la falta de oportunidades de niñas para acceder a la educación y crea receptores de abusos económicos sistemáticos. IFI cree que es fundamental ayudar a cambiar la estructura social sexista que domina la vida de los bangladeshíes, donde las creencias religiosas y las costumbres son más fuertes que la ley.
Es necesario erradicar las formas interseccionales de violencia en contra de las niñas. La estructura de poder que mantiene el abuso sistemático, que propicia la perversa falta de oportunidades para que las niñas accedan a la educación, viola sus derechos humanos y las relega a víctimas de abuso físico y mental sitemático. Es fundamental concienciar y encontrar maneras de cambiar la horrenda estructura de poder que domina la vida de las niñas en Bangladesh, donde las creencias y costumbres religiosas parecen tener mucha más fuerza que el derecho internacional.